El asma es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por episodios recurrentes de dificultad para respirar, tos, sibilancias y opresión en el pecho. Estos episodios se conocen como ataques de asma y pueden ser desencadenados por diversos factores ambientales o personales. El asma puede tener un impacto negativo en la calidad de vida de las personas que la padecen y, en algunos casos, puede ser mortal. ¿Por qué la gente tiene asma y por qué puede ser mortal? En este artículo, vamos a explorar las causas, los mecanismos y los tratamientos del asma.
¿Qué es el asma?
El asma es una enfermedad crónica del sistema respiratorio que afecta a las vías respiratorias más pequeñas que llevan el aire a los pulmones. Estas vías respiratorias se llaman bronquios y bronquiolos y están rodeadas por anillos de músculo liso que pueden contraerse o relajarse. Las personas con asma tienen las vías respiratorias inflamadas y sensibles, lo que significa que reaccionan exageradamente a ciertos estímulos o desencadenantes. Cuando esto ocurre, las vías respiratorias se estrechan y se obstruyen con mucosidad, lo que dificulta el paso del aire y provoca los síntomas del asma.
Desencadenantes del asma
Los desencadenantes del asma son sustancias o situaciones que pueden provocar un ataque de asma en las personas susceptibles. Algunos de los desencadenantes más comunes son:
- El humo del tabaco: irrita las vías respiratorias y aumenta la inflamación y la producción de mucosidad.
- El polen: es una sustancia alergénica que puede causar una reacción inmunológica en las vías respiratorias.
- El polvo: contiene ácaros, hongos y otras partículas que pueden irritar e inflamar las vías respiratorias.
- Los perfumes: contienen sustancias químicas volátiles que pueden irritar las vías respiratorias y causar espasmos musculares.
- El ejercicio: la demanda de oxígeno y puede provocar una hiperventilación que seca e irrita las vías respiratorias.
- El clima frío: contrae los vasos sanguíneos de las vías respiratorias y reduce el flujo de sangre y oxígeno a los tejidos.
- El estrés: libera hormonas que pueden aumentar la inflamación y la sensibilidad de las vías respiratorias.
- El resfriado común: este causa una infección viral que inflama e infecta las vías respiratorias.
Mecanismo de un ataque de asma
Cuando una persona con asma se expone a un desencadenante, sus vías respiratorias reaccionan de tres formas:
- Contraen y estrechan los anillos lisos del músculo que rodean las vías respiratorias. Esto reduce el diámetro de las vías respiratorias y dificulta el paso del aire.
- Aumentan la inflamación y la producción de mucosidad. Esto hace que las paredes de las vías respiratorias se hinchen y se llenen de secreciones viscosas que bloquean aún más el flujo de aire.
- Bloquean las vías respiratorias estrechadas y dificultan la respiración. Esto provoca una sensación de ahogo y una falta de oxígeno en el organismo.
Síntomas del asma
Los síntomas del asma son el resultado de la obstrucción de las vías respiratorias por la contracción muscular, la inflamación y la mucosidad. Los síntomas más comunes son:
- La tos: es un reflejo que intenta expulsar la mucosidad y el aire atrapado en las vías respiratorias. La tos suele ser seca y persistente, y puede empeorar por la noche o al despertar.
- La sibilancia: es un ruido agudo que se produce al respirar por las vías respiratorias estrechadas. La sibilancia suele ser más evidente al exhalar y puede variar en intensidad según el grado de obstrucción.
- La opresión en el pecho: es una sensación de presión o peso en el tórax que dificulta la respiración. La opresión en el pecho puede estar acompañada de dolor o malestar.
- La dificultad para exhalar: es una característica distintiva del asma, ya que las vías respiratorias se cierran más al expulsar el aire que al inhalarlo. Esto hace que el aire quede atrapado en los pulmones y que la respiración sea rápida y superficial.
Consecuencias graves del asma
El asma puede tener consecuencias graves si no se trata adecuadamente o si se produce un ataque de asma severo. Algunas de las consecuencias graves son:
- La hiperinflación es el aumento del volumen de los pulmones debido al aire que no puede salir de las vías respiratorias. El atrapamiento de aire es la acumulación de aire en los alvéolos, los sacos de aire donde se produce el intercambio de gases. Estos fenómenos hacen que los pulmones se distiendan y pierdan su elasticidad, lo que dificulta aún más la respiración y aumenta el trabajo del corazón.
- La reducción del suministro de oxígeno es el resultado de la disminución del flujo de aire y del intercambio de gases en los pulmones. Esto hace que los órganos y tejidos no reciban el oxígeno suficiente para funcionar correctamente y puedan sufrir daños irreversibles.
- Las complicaciones graves pueden incluir el colapso pulmonar, el edema pulmonar, el fallo cardíaco, el coma y la muerte. Estas complicaciones pueden ocurrir si el ataque de asma no se controla a tiempo o si la persona no recibe atención médica urgente.
Tratamiento del asma
El tratamiento del asma tiene dos objetivos principales: prevenir los ataques de asma y aliviar los síntomas cuando ocurren. Para lograr estos objetivos, es importante:
- Reducir la exposición a los desencadenantes del asma: esto implica evitar o minimizar el contacto con las sustancias o situaciones que pueden provocar un ataque de asma. Por ejemplo, dejar de fumar, usar filtros de aire, limpiar el polvo, evitar los perfumes fuertes, abrigarse en el clima frío, controlar el estrés y tratar las infecciones respiratorias.
- Usar inhaladores como el tratamiento primario para el asma: los inhaladores son dispositivos que administran medicamentos directamente a las vías respiratorias afectadas. Hay dos tipos principales de inhaladores: los inhaladores de alivio y los inhaladores preventivos.
Los inhaladores de alivio (beta-agonistas) son medicamentos que relajan los músculos lisos de las vías respiratorias y las abren rápidamente. Se usan para tratar los síntomas del asma cuando ocurren o antes de una actividad que pueda desencadenarlos. Ejemplos de inhaladores de alivio son el salbutamol y el terbutalina.
Los inhaladores preventivos (corticosteroides) son medicamentos que reducen la inflamación y la sensibilidad de las vías respiratorias. Se usan para prevenir los ataques de asma a largo plazo y se deben tomar todos los días según las indicaciones médicas. Ejemplos de inhaladores preventivos son el budesonida y el fluticasona.