La contaminación cruzada es uno de los principales riesgos de seguridad alimentaria en cualquier cocina, ya sea doméstica o industrial. Este fenómeno ocurre cuando bacterias, virus o alérgenos se transfieren de un alimento a otro, generalmente a través de superficies, utensilios o manos sucias. La comprensión y prevención de la contaminación cruzada es esencial para garantizar la seguridad alimentaria y prevenir enfermedades transmitidas por alimentos. En esta oportunidad, explicaremos qué es la contaminación cruzada, cómo ocurre y qué medidas se pueden tomar para evitarla.
¿Qué es la contaminación cruzada?
La contaminación cruzada se define como la transferencia de contaminantes biológicos, químicos o físicos de un objeto a otro, lo que puede poner en riesgo la salud de las personas. Los contaminantes biológicos, como bacterias y virus, son los más comunes y peligrosos en la cocina. Algunos ejemplos de bacterias que pueden causar enfermedades graves incluyen Salmonella, Escherichia coli (E. coli) y Listeria.
¿Cómo ocurre?
La contaminación cruzada puede ocurrir de varias maneras, entre las cuales destacan:
- Superficies y utensilios: Cuando los mismos cuchillos, tablas de cortar o encimeras se usan para preparar diferentes alimentos sin ser lavados adecuadamente entre usos, los patógenos pueden transferirse fácilmente de un alimento a otro.
- Manos: Las manos pueden transferir patógenos de un alimento a otro si no se lavan adecuadamente después de manipular alimentos crudos y antes de tocar alimentos listos para comer.
- Almacenamiento: Almacenar alimentos crudos junto a alimentos cocidos o listos para comer puede llevar a la contaminación cruzada, especialmente si los jugos de los alimentos crudos gotean sobre los alimentos cocidos.
- Equipos y utensilios compartidos: En las cocinas comerciales, el uso compartido de equipos sin una limpieza y desinfección adecuada puede facilitar la propagación de contaminantes.
Ejemplos comunes de contaminación cruzada
- Carnes crudas y alimentos listos para comer: Un error común es usar la misma tabla de cortar para carnes crudas y vegetales sin lavarla adecuadamente. Las bacterias de la carne cruda pueden contaminar los vegetales, que a menudo se comen crudos.
- Huevos crudos y otros alimentos: Manipular huevos crudos y luego tocar otros alimentos sin lavarse las manos puede transferir Salmonella.
- Alérgenos: Las personas con alergias alimentarias son especialmente vulnerables a la contaminación cruzada. Utensilios o superficies que han estado en contacto con alérgenos pueden transferir trazas de estos a otros alimentos, provocando reacciones alérgicas.
Medidas para prevenir la contaminación cruzada
- Higiene de manos: Lavar las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos antes y después de manipular alimentos crudos es crucial. También es importante lavarse las manos después de tocar la basura, usar el baño o tocar mascotas.
- Utensilios separados: Usar tablas de cortar y utensilios separados para alimentos crudos y cocidos puede reducir significativamente el riesgo de contaminación cruzada. Es una buena práctica tener tablas de cortar designadas por colores para diferentes tipos de alimentos.
- Limpieza y desinfección: Limpiar y desinfectar todas las superficies de trabajo, utensilios y equipos después de cada uso es esencial. Utilizar desinfectantes adecuados para la cocina puede ayudar a eliminar los patógenos.
- Almacenamiento adecuado: Almacenar alimentos crudos en envases sellados y en las partes inferiores del refrigerador evita que los jugos puedan gotear sobre otros alimentos. Los alimentos listos para comer deben guardarse en la parte superior del refrigerador.
- Temperatura de cocción: Cocinar los alimentos a las temperaturas adecuadas puede matar patógenos. Por ejemplo, las carnes deben cocinarse a una temperatura interna segura, que varía según el tipo de carne.
- Evitar la reutilización de marinadas: Las marinadas usadas para carnes crudas nunca deben reutilizarse a menos que se hiervan primero para eliminar cualquier patógeno.