El canibalismo es una práctica que suele generar repulsión y horror en los humanos, pero que es bastante común en el mundo animal. Muchas especies se alimentan de sus propios congéneres por diversas razones, desde la competencia hasta la reproducción. Un ejemplo sorprendente de canibalismo se da en los renacuajos del sapo pata de pala (Scaphiopus couchii). Esta especie habita en los desiertos del suroeste de EE.UU. Dichos renacuajos tienen que metamorfosearse en sapos adultos antes de que se sequen las charcas temporales donde nacen, lo que les deja un margen de unas pocas semanas.
Para acelerar el proceso, algunos renacuajos se vuelven caníbales y devoran a sus hermanos más pequeños, lo que les permite crecer más rápido y escapar del peligro de deshidratación. En este artículo, veremos cómo el canibalismo es una parte normal de la vida animal, cómo algunas especies lo utilizan como respuesta a presiones medioambientales y cómo se manifiesta en diferentes grupos de animales.
Canibalismo como parte normal de la vida animal
El canibalismo es el acto de consumir a un individuo de la misma especie, ya sea parcial o totalmente, vivo o muerto. Aunque pueda parecer una conducta aberrante, el canibalismo es más común de lo que se pensaba anteriormente. Se ha documentado en más de 1.500 especies animales, tanto vertebrados como invertebrados, y se estima que podría estar presente en muchas más. Algunos ejemplos conocidos de canibalismo son la mantis religiosa y la araña viuda negra, que se comen a sus parejas después del apareamiento, o las hormigas legionarias, que se devoran entre sí cuando escasea el alimento.
¿Qué beneficios tiene el canibalismo para estas especies? El canibalismo puede promover la supervivencia de la especie al reducir la competencia por los recursos y fortalecer a los individuos más aptos. Al comerse a sus rivales o a sus crías débiles, los animales caníbales pueden asegurarse una mayor disponibilidad de alimento, espacio y oportunidades de reproducción. Además, el canibalismo puede ser una fuente de nutrientes esenciales para algunas especies, especialmente aquellas que tienen dietas especializadas o viven en ambientes pobres.
Canibalismo como respuesta a presiones medioambientales
Sin embargo, el canibalismo no siempre es una estrategia adaptativa a largo plazo, sino que puede ser una respuesta a presiones medioambientales temporales o extremas. Es el caso de los renacuajos del sapo pata de pala, que recurren al canibalismo debido a las condiciones precarias en su entorno. Estos renacuajos tienen que enfrentarse a un reto evolutivo: metamorfosearse en sapos adultos antes de que se sequen las charcas temporales donde nacen. Para ello, algunos renacuajos desarrollan dientes afilados y mandíbulas poderosas que les permiten atacar y comerse a sus hermanos más pequeños. Al hacerlo, no solo obtienen una ventaja nutricional, sino que también aceleran su desarrollo hormonal y morfológico, lo que les permite salir del agua más rápidamente.
El canibalismo en estos renacuajos no es un intento desesperado de evitar la inanición, sino una estrategia para superar una etapa vulnerable más rápidamente. De hecho, los renacuajos caníbales no son más grandes ni más gordos que los no caníbales, sino que simplemente maduran antes. Otras especies, como ciertos peces (por ejemplo, el pez ángel), también se canibalizan durante el forraje indiscriminadamente, sin tener en cuenta si su presa es o no de su misma especie.
Canibalismo en diferentes grupos de animales
El canibalismo se manifiesta de diferentes formas en diferentes grupos de animales. Veamos algunos ejemplos:
- Tiburones: Los tiburones son conocidos por su voracidad y su agresividad, y el canibalismo no es una excepción. Algunos tiburones, como el tiburón toro o el tiburón tigre, se comen a sus crías recién nacidas. También sucede entre sus hermanos dentro del útero, lo que les permite reducir la competencia y aumentar sus posibilidades de supervivencia. Otros tiburones, como el tiburón blanco o el tiburón martillo, se comen a otros tiburones adultos cuando se encuentran en situaciones de escasez de alimento o de conflicto territorial.
- Roedores: Los roedores son uno de los grupos de animales más propensos al canibalismo, especialmente en condiciones de hacinamiento o estrés. Los ratones y las ratas se comen a sus crías enfermas o muertas, así como a las de otros individuos, lo que les permite eliminar fuentes de infección y aprovechar los nutrientes. Los hámsters y los conejillos de indias también se comen a sus crías, pero sólo si se sienten amenazados o perturbados por algún factor externo.
- Osos: Los osos son animales solitarios y territoriales, que solo se juntan para aparearse o para cuidar de sus crías. Sin embargo, algunos osos, como el oso polar o el oso pardo, pueden practicar el canibalismo cuando se enfrentan a condiciones climáticas adversas o a la escasez de alimento. Los osos machos pueden atacar y comerse a las hembras con crías, o a las propias crías, para eliminar la competencia y obtener una fuente de energía. Los osos también pueden comerse a otros osos adultos que estén heridos o enfermos.
- Leones: Los leones son los únicos felinos que viven en grupos sociales llamados manadas, que están formados por varias hembras emparentadas y uno o varios machos dominantes. Los leones machos pueden practicar el canibalismo cuando intentan tomar el control de una manada ajena, matando y comiéndose a las crías del macho anterior. De esta forma, los leones machos eliminan la descendencia de su rival y provocan que las hembras entren en celo más rápidamente. Así, consiguen asegurar su propia reproducción.
- Aves: El canibalismo en las aves es menos frecuente que en otros grupos de animales, pero no por ello menos sorprendente. Algunas aves rapaces, como los halcones o los búhos, se comen a otras aves más pequeñas de su misma especie cuando hay escasez de presas. Otras aves, como los cuervos o las gaviotas, se comen los huevos o las crías de otras aves, tanto de su misma especie como de otras diferentes. También hay casos de aves que se comen a sus propias crías, como los pelícanos o los pingüinos, pero solo si están enfermas o muertas.
- Arañas: Las arañas son uno de los grupos de animales más famosos por su canibalismo sexual, es decir, el acto de comerse a la pareja después del apareamiento. Este comportamiento se da en algunas especies de arañas tejedoras, como la araña viuda negra o la araña lobo. El canibalismo sexual puede tener varias ventajas para las hembras: obtener una fuente extra de proteínas para sus huevos. Además, le permite evitar el acoso de otros machos y asegurarse la fertilización con el macho más apto. Los machos también pueden beneficiarse del canibalismo sexual si logran transmitir sus genes antes de ser devorados.