Entre lo dicho y el hecho
Cuando hablamos de la música comercial en Estados Unidos, con mucha frecuencia la propaganda logra «fabricar» ciertas personalidades clichés, estereotipadas, valorando de esta manera productos artísticos falsos que se sobredimensionan a las manifestaciones artísticas genuinas de un pueblo o una nación. De esta forma, se logran tapar y desplazar a los auténticos talentos de determinadas culturas. Surgiendo así, una «versión gringa» de lo «asiático», » lo ruso», «lo africano» o lo » caribeño», mezclando de forma hostil un confuso orden melódico en los oídos de cualquier público melómano. Hablaremos. Gloria Estefan
Los Inicios
En este marco de redacción haremos referencia a GLORIA ESTEFAN, reconocida cantante norteamericana, de origen cubano, pero que arribó a la Florida siendo aún muy niña y quién debuta en un primer momento como cantante pop de la nombrada agrupación Miami Latín Boys, llegando a colocar en las listas de éxitos varios clips y una amplia aceptación en sus seguidores.
Las ventajas de la isla musical
No todo quedó tras las tramitado de sus éxitos de época. Sino por estrategia de mercado y por el crecimiento de la población hispana en Estados Unidos, y aprovechando las ventajas políticas que le ofrece el embargo a la codiciada isla musical de Cuba, de la noche a la mañana, y con la velocidad de un guiño aún discreto, se autoproclama Gloria Estefan como «sonera», y hasta «bolerista», con sus primeros discos en español nombrados » Conga» y «Mi tierra».
La metamorfosis del género
Esta fórmula maquiavélica continuó invadiendo las industrias de consumo musical existentes en esa época. Un despliegue promocional gigantesco y utilizando el dumping comercial, abusando de todas las reglas y patrones de la verdadera sonoridad de la música cubana, que bien podría hacerle competencia extrema , obtiene varios millones en sus discos. Sin embargo, la metamorfosis de género, ritmo y cultural identitaria no logró tener un final muy airoso si lo analizamos desde la esfera artística.
El poder económico
Como decimos en Cuba, a «pesar de los pesares» y de los ingredientes y códigos conjuntados para su apoyo musical, logra aunar un elevado poder económico inversionista en su producción discográfica. Figuras de primera categoría como Israel López en el bajo, la guitarra de Chamin Correa, y hasta la presencia de una orquesta sinfónica inglesa, dieron como resultado que el acompañamiento de fondo supera a la figura protagónica, pues la reconocida Gloria Estefan se quedaba por debajo de las expectativas de este género tan aplaudido. Su voz no poseía la curvatura precisa para emprender con triunfos el reto que se había enmarcado.
Una mirada más crítica
Quien desee comprobar el dominio de este género, lo remitimos a las grabaciones de Celina González, Paulina Álvarez o Merceditas Valdés. En el caso de Gloria Stefan su voz fue decepcionante, acompañada de una voz completamente nasal y desafinante en las notas bajas.
El bolero cómo género multicolor requiere de voces matizadas con ese dramatismo exclusivo capaz de mover arterias cardíacas. Recordemos como punto de referencia a Elena Burque, Moraima Secada o Gina León, que tan dignamente glorificaron las páginas melódicas de autores como Orlando de la Rosa, José Antonio Mendez, Cesar Portillo de la Luz, entre otros.
Un plagio alegadamente
La duda y la incertidumbre no solo quedó ahí. Desde la visión de autoría ninguno de los dos álbumes de Gloria Estefan: Mi Tierra y Alma Caribeña, aportaron algo nuevo a la música cubana. E incluso se descubrieron copias plagiadas de autores cubanos de alto nivel como la recordada y siempre inmortal obra:»Lo que me queda por vivir» de Alberto Vera, y que magistralmente interpreta Omara Portuondo.
Reflexión sobre la autenticidad en la representación artística: Observaciones sobre el espectáculo y su conexión con la cultura cubana.
En sus videos promocionales trata de bailar como mujer cubana, se le agradece el intento, acompañada por un círculo de bailarines que imitan con pesimismo, ilustrar la imagen coreográfica de la Habana Vieja. Bajo este marco escénico la cantante se mostraba sin cadencia rítmica, dando como resultado un ridículo producto sintético, cómo si fuese congrí y tostones enlatados.
El monopolio Estefan
El imperio Estefan, cómo se le llama en el gremio de los músicos hispanos de Norteamérica, encabezado por el productor y esposo de Gloria Estefan, Emilio Estefan, y compuesto por un estrecho clan, son los que monopolizan todas las oportunidades, dominando infelizmente los certámenes de los Grammy Latinos. Imponiendo una música cubana sin raíces ni antecedentes, sin tener conocimiento de Bola de Nieve, Miguel Matamoros, Benny More o los Van Van.
La sandunga cubana auténtica de las tierras fértiles de Cuba
Pero de lo que sí estamos seguros, es que la sandunga cubana sólo se adquiere bajo el sol de la isla más musical, con el aroma del Mar Caribe o con el cadencioso chancleteo que acompaña la muchedumbre en la populosa arteria de calle Enramadas de la ciudad de Santiago de Cuba.
Así como el sabor del tabaco lo da la tierra prometida, y el del ron son antiquísimos barriles, cada pueblo tendrá su propia música. Puedes descubrir aquí mas Historias como estas.