Destacar los encantos armónicos de su voz afrocaribeña, es como atreverse a colocar esta figura tan criolla, tan artista, en la cúspide musical de una temporada donde pocos brillaban.
Su flamante porte y su temperamento enraizado en una cultura oriental de la isla de Cuba la emprendieron como una figura a admirar. Sus nervios, sus modulaciones, su pasión ante el encanto de proyectar sentimientos, la posicionaron en su mejor lugar. La Lupe, la santiaguera, la santera, la cubana, la Reina del Latin Soul.
Primeros pasos
Lupe Victoria Yoli Raymond es la protagonista de mil historias afortunadas que circundaron la vida profesional de una de las grandes voces en la música cubana.
La Lupe, cómo es conocida por todos en la industria discográfica tuvo sus orígenes en la ciudad de Santiago de Cuba, donde por valor genético, heredó esa sabrosura y exotismo que sólo portan las mujeres santiagueras.
La Lupe se graduó de magisterio a insistencia extrema de su padre, que en un primer momento no le agradaba la historia de que su hija encaprichada fuese a convertirse en una gran estrella.
Sin embargo, desde pequeña La Lupe ya venía enriqueciendo su talento innato escuchando melodías foráneas como la cantante Edith Piaf, la española Lola Flores y a la cubana Olga Guillot, íconos incomparables en la música de esos tiempos.
Por cuestiones familiares y tras decidir continuar su formación como cantante, se traslada a la capital cubana y de esta manera emprende una carrera como artista más sólida.
Años 60
La Lupe llega a la capital metropolitana de Cuba con ganas de «comerse el mundo», pero siempre bajo la dignidad de ser una mujer muy preparada y humilde. Consigue tras mucho esfuerzo colarse en el club nocturno El Rico, situado en la céntrica miniciudad del Vedado. En ese local muy visitado por público local y foráneo, tuvo la oportunidad de compartir escena con el trío Tropicuba.
La Lupe adormecía los insomnios y manejaba la energía pura de su movimiento melódico hasta más no poder. En escena, su proyección no se podía contener. Siempre irreverente a su canto, interpretaba a su forma y su manera los mil sentimientos que de su garganta afloraban como espinas adormecidas, resentidas por el infortunio del amor o la soledad.
Nacía una Estrella
Su inicial éxito no se hizo esperar. Muchos aclamaban por la Lupe, esa santiaguera auténtica que no le temía a lo distante que estaba de su familia. Sólo necesitaba cantar, ser escuchada, dar gritos a los cuatro vientos y sentir esa bruma de aplausos y algarabías que le revolucionaban el alma.
A inicios de la década del 60 recibió una oferta de trabajo muy selecta. Le propusieron trabajar para el club La Red, una instalación nocturna de mayor alcurnia, visitada incluso por estrellas de la música ya consagradas. No bastó con decir un no. Se lanzó a la oportunidad sin pensarlo y en este lugar bendito, alcanzó su primer contrato internacional.
Viaje a New York
La ciudad escogida era New York. La fama y los aplausos de la Lupe regocijaban a aquellos que la vieron crecer desde su humilde barricada, y a aquellos que le aplaudieron en los clubes nocturnos habaneros.
En su estancia por el norte frío de New York, logró versionar tres canciones «Y tú no estás», «Igual te amo» del disco Sin fronteras, y «Si tanto te amo»
Pero detrás de cada momento de gloria comenzaba a fraguarse una nube llena de infortunios que no supo contener.
De la Fama al Fracaso
Ya a finales de esta década varios fueron los factores e infortunios que fue enfrentando la Lupe. Su acomodamiento ante tantos éxitos fueron sumando marcas en rojo hacia un desvanecimiento en su estrellato.
Su vida personal era una auténtica novela de dramatismos y desgracias. Su poder de ser una santera mayor, la colocaba en una posición donde muchos se aprovechaban de sus virtudes espirituales y hasta de su dinero.
Para estos tiempos su segundo esposo comenzaba a padecer de un cuadro clínico de esquizofrenia severo. Todo se tornaba gris. El padecimiento de su esposo la obligaba a costear su tratamiento con una suma monetaria altísima.
La llegada de Celia Cruz
Muchos afirman que la llegada de la popularísima Celia Cruz catapultó definitivamente la carrera artística de la Lupe.
Celia Cruz había firmado contrato exclusivo con Fania Records, la misma productora discográfica de la sentimental La Lupe.
Los directivos de la productora decidieron dejar en un segundo plano a la Lupe. Dando mayor atención a la naciente Celia Cruz.
La Lupe vs Celia Cruz
Ese solapado e intencionado ambiente de supuesta sustitución fue una acción orquestada por la propia productora de discos.
La Lupe desde su incomodidad aceptó una entrevista exclusiva de una televisora importante en New York.
Sus diálogos estaban llenos de indignación y profunda rabia.
Aquella entrevista movió los acordes de una audiencia inaudita. Al enterarse Celia Cruz de tales conversaciones le dió un ultimátum a Fania Records. La propuesta de Celia Cruz consistía en que decidieran entre ella y la Lupe. La decisión fue precisa y sin equívocos. Regresaba la pobreza a la vida de la Lupe.
Últimos destellos
La Lupe se enraizaba en su propia pobreza. Ese tormento de pasiones ya no tenía aquellos aplausos que la hacían brillar desde el estrellato.
Con esa voz privilegiada su corazón dejó de sonar en aquel momento cuando las fuerzas ya no tenían esa bendición de su público.
Se fue la Lupe. Pero la diva incontrolable pulula en su barricada. Con sus triunfos, con sus premios. Transformando cada bolero arrebatado en una leyenda musical para no olvidar.