Los adolescentes y adultos jóvenes, están realizando prácticas de consumo excesivo y reiterativo de alcohol en España y en el mundo. Según investigaciones: “Los “atracones” de bebida frecuentes y sus consecuencias negativas están asociados con una pobre salud mental, tanto en personas de bajo como de elevado nivel social.
En España casi un 30% de los hombres jóvenes, entre 15 y 34 años, hacen “atracones” de bebida o consumo intensivo de alcohol”. De acuerdo con la evidencia: “Durante cada episodio de “atracón” de bebida (o consumo intensivo de alcohol) se acumulan elevadas concentraciones de alcohol en el cerebro y se produce un estado de intoxicación alcohólica aguda, que aumenta el riesgo de accidentes, caídas, lesiones, desinhibición de impulsos agresivos y otras consecuencias negativas inmediatas para la salud”.
De acuerdo estudiosos del tema: “La adolescencia es un periodo durante el cual se inician muchas conductas de riesgo, incluyendo la ingesta de alcohol. El patrón de consumo de alcohol de riesgo más frecuente entre adolescentes es el binge drinking. El binge drinking se define como el consumo de al menos 60 gramos o más de alcohol puro en al menos una ocasión en los últimos 30 días (CNAPA, 2014) o el consumo de 5 o más bebidas alcohólicas en una sola ocasión de consumo, e.g., en un intervalo aproximado de dos horas (Plan Nacional Sobre Drogas, 2016).
La prevalencia de binge drinking mensual entre las y los adolescentes europeos varía entre 13%-56% (en España 32,2%) (Hibell et al., 2012; Plan Nacional Sobre Drogas, 2016)”.
De acuerdo con la evidencia científica: “Hoy en día, el consumo episódico excesivo de alcohol (BD, binge drinking) es uno de los patrones de consumo de alcohol más prevalentes. En el año 2015, se estimó que el 35% de los adolescentes europeos con edades entre los 15- 16 años participó al menos una vez en BD en los últimos 30 días (The ESPAD Group, 2016).
Es más, en España, según la serie de encuestas sobre el uso de drogas en enseñanzas secundarias, ESTUDES 2014-2015, el 32,2% han participado en BD al menos una vez en el último mes (Plan Nacional de Drogas, 2016), mientras que un estudio reciente de Golpe, Gómez, Braña, Varela y Rial (2017) llegó a la conclusión que el 33,1% de los adolescentes españoles consumieron alcohol de manera intensiva en el último año, y el 20% en el último mes (3 o más bebidas alcohólicas por ocasión de consumo y embriaguez).
Además, el 19,8% de los adolescentes tenían un consumo de alcohol de riesgo, sin diferencias significativas por género. Romo-Avilés, Marcos-Marcos, Tarragona- Camacho, Gil-García y Marquina-Márquez (2016) encontraron diferencias menores entre niños y niñas respecto de la cantidad de alcohol consumida durante la participación en un botellón. Esto sugiere que ha aumentado el consumo intensivo de alcohol y el BD en las niñas. Asimismo, en otras partes del mundo se reflejan estas conductas de uso temprano y abuso de alcohol en adolescentes.
De acuerdo con la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (2019, p. 19) “La adolescencia se considera un período de riesgo crítico para el inicio del consumo de alcohol. Los estudios indican que aquellos que empiezan a consumir alcohol o cualquier otra sustancia psicoactiva en las primeras etapas de la adolescencia (de 12 a 14 años de edad) tienen más probabilidades de desarrollar abuso o dependencia a largo plazo, que aquellos que empiezan a consumir alcohol en la edad adulta. De hecho, las investigaciones indican que cuanto más temprano se inicia el consumo de alcohol, mayor es el riesgo de que, con el paso del tiempo, tenga diversos efectos nocivos para la salud.