Tener mayor conocimiento de cómo opera el ser humano ha constituido un punto de mira para varias ciencias, que con sumo atrevimiento han logrado experimentar teorías con resultados inhóspitos.
Las necesidades humanas han despertado interés tras conocer el nivel de importancia que ofrece el cumplimiento satisfactorio de éstas para el desarrollo adaptativo del hombre en un medio tan emprendedor.
Las Pesadillas, más allá de un evento psicológico, renace el interés de reevaluar teorías que bien podrían dar una explicación más certera sobre este fenómeno tan deslumbrante, y desconocido para muchos. Cuando se ha demostrado la existencia de disímiles controversias y escasos abordajes clínicos al respecto.
Hipótesis planteadas
El interés por tratar las pesadillas más allá de un evento psicológico, ha complementado desde tiempo atrás, un marco teórico conceptual que transita desde las paradigmáticas teorías psicoanalíticas planteadas por el eminente Sigmund Freud entre otros. El lente coincidía en aquel entonces, que los sueños eran medios para canalizar deseos y pulsiones inaceptables.
Tras esta nueva formulación psicoanalítica se iniciaba el estudio y comprensión de las pesadillas, sin dejar de declarar que eran “sucesos desgarradores”
A partir de ese instante comenzaba a incrementarse el interés terapéutico en cuanto a la conceptualización actual de las pesadillas.
Acercamiento a su Espectro
Las pesadillas constituyen en gran medida un tipo de parasomnias, determinadas por la presencia repetida de sueños terroríficos y transgresor es, que logran despertar al sujeto, llevándolos a un estado de plena vigilia, dónde se puede recordar con detalles descriptivos la presente ensoñación.
Esta tipología de sueño va a generar miedos intensos, provocando ambientes de amenazas a la supervivencia y adaptación al medio social. Logrando ser el contenido de las pesadillas, un reflejo agresivo de una determinada experiencia real, una fantasía total, o una combinación inusual de eventos reales y fantasías deseadas.
Efectos de las Pesadillas
Los llamados “malos sueños” suelen acontecer en cualquier momento de la noche. Aunque se ha determinado que tienen mayor probabilidad de presentarse en la segunda mitad de la noche.
Este trastorno del sueño como lo ha definido la Clasificación Internacional de Patologías Psiquiátricas, puede generar marcados malestares subjetivos, que se presentan en forma de deterioro en diversas esferas de vida.
Además suelen provocar elevados niveles de ansiedad, irritabilidad, sentimientos de indefensión, fatiga, impotencia, miedo a la oscuridad. E incluso, trae consigo que las personas que la manifiestan tengan “conductas antagónicas” al sueño. Por ejemplo, dejar las luces de las habitaciones encendidas, tener constantes insomnios.
Lo real, lo cierto, incertidumbres
Aunque desde antaño las pesadillas fueron consideradas como “eventos oscuros” dentro de numerosas creencias mágico religiosas por sus terroríficas manifestaciones, diversos especialistas han planteado que las pesadillas representan una transición entre la normalidad y la psicosis. Tesis que en lo particular aún necesita ser comprobada.
Sin embargo, al disponer de escasa información de la prevalencia real de las pesadillas, se ha reafirmado en numerosas ocasiones,que es mayor en niños y adolescentes. Siendo está parasomnias un fiel producto del proceso de maduración biológica.
De igual forma se ha determinado que las pesadillas contribuyen al insomnio. Las personas que padecen de éstas suelen en la mayoría desvelarse o presentar pérdida temporal del sueño, ya que éstas actúan como catalizadores repetitivos que coaccionan la continuidad y calidad del sueño, e incrementa el proceso de activación psicofisiológica.
Tratamiento???
Las pesadillas están íntimamente ligadas a la valoración que hace la persona de sus sueños,desde una óptica interpretativa muy personal.
Y a su vez, está condicionada al modo en que la persona percibe sus sueños, a partir del estado cognitivo que tenga sobre la propensión a la fantasía y el incremento de la involucración en imágenes con alto contenido de emociones negativas.
El posible pero existente tratamiento de las pesadillas ha recibido escasa atención en la práctica clínica. Existen mínimos estudios terapéuticos, y menos aún estudios con seguimiento a largo plazo.
Hay tópicos críticos que sería válido esclarecer. Existen pocos profesionales de la salud mental que aún no han ahondado el abordaje terapéutico de las pesadillas y NO están informados de qué existen tratamientos eficaces. De igual forma,se suma la disyuntiva de que hay personas temen al ser etiquetadas como ” emocionalmente alteradas” si cuentan sus pesadillas a un especialista.
Lo que sí es declarado es, qué existen Técnicas y Estrategias de Afrontamiento de Pesadillas. Dadas en sesiones terapéuticas que logran estimular la resolución del conflicto subyacente a través de la interpretación simbólica de los propios sueños.
Motivación final
Las Pesadillas como fenómeno psicopatológico continuará despejando dudas y misterios. Los avances de la neuropsicología están dando luces de cómo en el cerebro humano se visualiza este fenómeno que para nada es bien agradable. Esta temática tendrá continuidad siempre favoreciendo el conocimiento de fenómenos humanos que nos toca por derecho propio.
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