El mito de Narciso cuenta la historia de un joven que se enamoró de su propia imagen reflejada en el agua y murió de desesperación al no poder alcanzarla. Este mito ha inspirado el concepto psicológico del narcisismo, que se refiere a una imagen de sí mismo exagerada y distorsionada, que implica una gran admiración y una baja empatía hacia los demás.
Tipos de narcisismo
El narcisismo no es un fenómeno homogéneo, sino que puede manifestarse de diferentes formas. Según algunos autores, existen dos tipos principales de narcisismo: el grandioso y el vulnerable.
El narcisismo grandioso se caracteriza por una extroversión, un dominio y una búsqueda de atención constantes. Las personas con este tipo de narcisismo se sienten superiores a los demás, tienen un alto sentido de la autoestima y buscan el reconocimiento y la admiración de su entorno. Sin embargo, también pueden ser arrogantes, manipuladores y explotadores.
El narcisismo vulnerable se caracteriza por una suficiencia y una facilidad para sentirse amenazado o herido. Las personas con este tipo de narcisismo tienen una baja autoestima y una alta sensibilidad al rechazo o a la crítica. Para protegerse, adoptan una actitud defensiva, evitativa o agresiva, y se aíslan o se victimizan.
Trastorno narcisista de la personalidad
El narcisismo puede considerarse como un rasgo de personalidad que varía en grado e intensidad entre las personas. Sin embargo, cuando el narcisismo es tan extremo que interfiere con el funcionamiento normal de la persona y le causa sufrimiento a ella o a los demás, puede hablarse de un trastorno narcisista de la personalidad.
El trastorno narcisista de la personalidad se define como un patrón generalizado de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía que empieza en la adolescencia o al principio de la edad adulta. Según el Manual diagnóstico y estadístico de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (DSM-5), para diagnosticar este trastorno se deben cumplir al menos cinco de los siguientes criterios:
- Tener un sentido grandioso de la propia importancia (por ejemplo, exagerar los logros o las capacidades, esperar ser reconocido como superior sin tener los méritos correspondientes).
- Estar obsesionado con fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor ideal.
- Creer que es especial y único y que sólo puede ser comprendido o relacionarse con otras personas especiales o de alto nivel.
- Exigir una admiración excesiva.
- Tener un sentido de derecho (por ejemplo, esperar un trato favorable o cumplir los propios deseos sin tener en cuenta los derechos o sentimientos de los demás).
- Aprovecharse de los demás para conseguir sus propios fines.
- Carecer de empatía (por ejemplo, no reconocer o identificarse con las necesidades o los sentimientos de los demás).
- Envidiar a los demás o creer que los demás le envidian.
- Mostrar actitudes o comportamientos arrogantes o soberbios.
Causas del narcisismo
No existe una causa única o definitiva del narcisismo, sino que se trata de un fenómeno multifactorial que depende tanto de factores genéticos como ambientales. Algunos estudios han encontrado una mayor predisposición genética al narcisismo en algunas personas, así como una mayor actividad cerebral en áreas relacionadas con el procesamiento del yo.
Sin embargo, el entorno también juega un papel fundamental en el desarrollo del narcisismo. Algunos factores ambientales que pueden favorecer el narcisismo son:
- Una crianza sobreprotectora o indulgente, que refuerza la idea de que el niño es especial y merece todo lo que quiere.
- Una crianza negligente o abusiva, que genera una baja autoestima y una necesidad de compensar las carencias afectivas.
- Unos valores culturales que promueven el individualismo, el materialismo y la competencia, y que valoran más la apariencia que la esencia.
Impacto en relaciones y liderazgo
El narcisismo puede tener consecuencias negativas tanto para la persona que lo padece como para las personas que se relacionan con ella. En el ámbito de las relaciones personales, el narcisismo puede dificultar el establecimiento de vínculos afectivos profundos y estables, ya que implica una falta de interés genuino por los demás, una incapacidad para reconocer los errores o pedir perdón, y una tendencia a idealizar o desvalorizar a las parejas o amigos.
En el ámbito del liderazgo, el narcisismo puede tener efectos positivos o negativos, dependiendo del contexto y del tipo de narcisismo. Por un lado, el narcisismo puede favorecer la confianza, la creatividad y la visión estratégica de los líderes, así como su capacidad para inspirar y motivar a los seguidores. Por otro lado, el narcisismo también puede generar una falta de escucha, de colaboración y de responsabilidad en los líderes, así como un abuso de poder, una resistencia al cambio y una toma de decisiones arriesgada o irracional.
Posibilidades de mejora
El narcisismo no es una condición estática o inmutable, sino que puede modificarse con el tiempo y con la ayuda adecuada. Algunas posibilidades de mejora para las personas con narcisismo son:
- La psicoterapia: un proceso terapéutico que ayude a la persona a tomar conciencia de su problema, a explorar sus causas y consecuencias, y a desarrollar estrategias para cambiar sus patrones de pensamiento y comportamiento.
- La práctica de la compasión: un entrenamiento mental que consiste en cultivar una actitud de bondad y comprensión hacia uno mismo y hacia los demás, reconociendo el sufrimiento propio y ajeno y deseando aliviarlo.
- La exposición a la realidad: un contacto directo con situaciones o personas que desafíen las creencias o expectativas narcisistas, y que permitan aprender de los errores, aceptar las críticas y valorar las diferencias.
